Cuando se desea mejorar la apariencia de la nariz, muchas personas consideran la rinomodelación con ácido hialurónico como una alternativa más económica a la rinoplastia. Sin embargo, es fundamental comprender que ambos procedimientos son completamente distintos en sus efectos, duración y propósito.

‍Si estás evaluando la rinomodelación únicamente porque no tienes el presupuesto para una rinoplastia, es importante que conozcas los riesgos, limitaciones y costos a largo plazo para tomar la mejor decisión.

‍Rinomodelación: una solución temporal con costos acumulativos

La rinomodelación con ácido hialurónico puede ser útil para correcciones menores, como disimular una pequeña giba, mejorar la simetría o levantar levemente la punta nasal. Sin embargo, este procedimiento no reduce el tamaño de la nariz ni cambia su estructura ósea o cartilaginosa, lo que significa que no es una alternativa a la rinoplastia si buscas un cambio real y definitivo.

‍Otro punto importante es que, aunque parezca más accesible económicamente al inicio, el costo de múltiples sesiones puede superar el de una rinoplastia a largo plazo. El ácido hialurónico se reabsorbe, lo que obliga a repetir el procedimiento cada 12 meses aproximadamente para mantener los resultados.

‍¿Por qué no deberías hacerte una rinomodelación solo por razones económicas?

• ‍Costo acumulado mayor: Aunque una sesión de rinomodelación es más económica que una rinoplastia, el gasto constante en retoques hace que el procedimiento sea más costoso a largo plazo.
• ‍Puede complicar una futura rinoplastia: Los residuos de ácido hialurónico pueden afectar la estructura nasal y hacer que una rinoplastia posterior sea más compleja. En muchos casos, el cirujano deberá disolver el relleno antes de operar, retrasando el proceso. Además el uso previo de ácido hialurónico aumenta la dificultad ténica de la cirugía, puede cambiar los resultados a obtener y representa mayor riesgo de complicaciones, sobre todo en la piel. Al final, todo esto puede hacer que la rinoplastia al momento de decidir hacerla sea más costosa que sin tratamientos previos.
• No es una solución definitiva: Si deseas una transformación permanente, la rinomodelación no reemplaza a la rinoplastia. Solo añade volumen a la nariz, lo que puede generar un efecto contrario en pacientes que buscan reducir su tamaño.
• ‍Resultados limitados: No todas las narices son candidatas para una rinomodelación. Dependiendo de tu caso, los cambios pueden ser muy sutiles o incluso inapreciables.

‍Si no tengo el presupuesto para una rinoplastia, ¿qué puedo hacer?

‍Si lo que realmente deseas es una rinoplastia, pero tu presupuesto es un obstáculo, la mejor opción es esperar, ahorrar y planificar bien tu cirugía. Optar por una alternativa temporal solo por razones económicas puede llevarte a gastar más dinero sin lograr los resultados deseados.

En lugar de tomar decisiones apresuradas, es recomendable consultar con un cirujano plástico certificado para evaluar tus opciones y considerar un plan financiero que te permita invertir en un procedimiento definitivo y seguro. La rinomodelación puede parecer una solución rápida y accesible, pero si realmente deseas un cambio estructural en tu nariz, la rinoplastia es la única opción efectiva y duradera.

‍En lugar de enfocarte únicamente en el costo inicial, piensa en la inversión a largo plazo y en cómo lograr los resultados que realmente deseas de manera segura y profesional. Si tienes dudas sobre qué procedimiento es el mejor para ti, te espero en mi consultorio en una consulta de valoración, para poder brindarte asesoría personalizada.